jueves, 2 de diciembre de 2010

EVANGELIO

Introduciendo el Evangelio
El Evangelio de Verdad-Parte I
Romanos 1:2-3
Introducción
Imagínese acampar cerca a un bonito arroyo que corre a través de un valle con
arbustos. En la mañana, usted se lava la cara en aquella clara agua y bebe de allí
también, para enfermarse repentinamente unas horas después. ¿Por qué? Porque en
la fuente del arroyo, al principio del arroyo un hombre ha vertido desechos tóxicos
en el agua. Ahora, toda el agua que fluye montaña abajo y a través del valle está
contaminada. Aún cuando se ve bien y limpia hay tóxicos invisibles.
Adán está parado en la fuente del arroyo de la humanidad y ha contaminado este
arroyo. Usted podría decir: “oiga, eso no es justo, yo no comí de ese fruto.”
Bueno, usted no ha comido del fruto prohibido pero usted ha experimentado con el
pecado prohibido. Usted puede no haber comido ese fruto pero usted podría haber
robado uno. En otras palabras, usted ha cometido sus propios pecados los cuales
prueban que usted ciertamente ha sido infectado con el agua contaminada de la
naturaleza de Adán. Todos nosotros nacimos en la familia de Adán y nuestro caso es
terminal.
La necesidad del Evangelio ¿Por qué vino?
La razón por la que el evangelio fue primero prometido en Génesis capítulo 3: 15 fue
porque la humanidad fue maldecida y el pecado traería su penalidad llamada muerte.
La razón por la que usted tiene que nacer de nuevo, amigo y amiga es porque usted
nació la primera vez en una familia con enfermedad que está contaminada con pecado
y condenada a muerte.
Juan capítulo 8:44 nos recuerda al Señor diciendo que el padre de la humanidad es el
diablo, y que la humanidad está necesitada porque es tal como su padre, quien no es
más que un mentiroso. Sucede que usted tiene problemas familiares más grandes de
los que alguna vez imaginó. Tiene un problema con alguno de sus familiares con quien
nunca pensó que sería posible tener un problema.
Como raza humana, hemos sido infectados, hemos bebido del agua contaminada;
estamos infectados terminalmente con el pecado.
Necesitamos ser extraídos de esta familia moribunda para ser adoptados en la familia
viviente de Dios.
Las religiones han llegado a ser los maestros en enmascarar los efectos de la
enfermedad. Han pretendido producir medicinas espirituales para mantener el dolor
de la culpa y la vergüenza al mínimo. Han producido cosméticos que maquillan el
alma y le hacen parecer menos enferma y más espiritual. Hasta han inventado maneras
de negar nuestra condición y han provisto planes de auto-mejoramiento para hacernos
sentir mejores respecto a nuestros pecaminosos egos.
Las religiones de esta cultura no ofrecen perdón eterno, sino un sistema de rituales y
obras que si usted las hace bien tal vez usted podría entrar al cielo. “Tal vez” no es una
buena noticia.
Hace muchos años, en la India, estuve en el área de espera de un templo hindú. Noté
una placa en la pared que tenía un mensaje que declaraba cómo tener vida eterna.
Decía:
Aquel que desee cruzar el doloroso océano de la vida mundanal que está llena de
cocodrilos de enojo, codicia y encaprichamiento debería asirse del Bhagavad Gita el
cual tiene las disciplinas de la acción, devoción y sabiduría como sus remos. Este le
llevará fácilmente a la tierra de la liberación.
Ese era su camino al cielo, o Nirvana. Este era su evangelio- si usted se sujeta a los
remos de disciplinada acción y devoción, entonces tal vez usted logre cruzar a través
de las aguas de la vida infestadas de cocodrilos a una mejor vida.
Con más estudio, usted aprenderá que toda persona debe pasar tiempo en uno de 21
infiernos que queman el karma malo. Una vez purgado, el alma es reciclada para
un estado mayor en la próxima vida y el ciclo empieza de nuevo. Si ellos han sido
particularmente malos en la vida previa, podrían ser condenados a uno de los infiernos
más bajos donde son cocinados en grandes jarras o devorados por cuervos.
El budismo tiene sus 7 infiernos calientes, con cámaras de torturas y pantanos pero hay
también 8 infiernos helados para aquellos culpables de pecados menores.
Francamente, todas las religiones del mundo hechas por los hombres son básicamente
lo mismo en esto- no tienen buenas noticias.
El mundo occidental ha fabricado sus propios sistemas religiosos. Tal vez no han
tratado de cocinarle en una gran jarra o le han dicho de ser frisado en un infierno
helado, pero son igualmente sin esperanza y vacíos en su sistema de auto-mejoramiento
y auto-salvación.
Son como el emperador quien desfiló alrededor del pueblo absolutamente desnudo,
habiendo sido engañado al creer, en su orgullo, que estaba vistiendo tal fina y costosa
ropa que solamente los sofisticados podrían ver la exquisita tela. Y, cuando el
emperador salió para mostrar su ropa, el cual era, en efecto su “traje de cumpleaños”
su reino observó en silencio, no queriendo decir nada, menos demostrar su falta de
inteligencia. Pero finalmente, un pequeño niño dijo en voz alta “mami, el emperador
no tiene ropa”.
Los hijos de Dios tienen un mensaje para todas las religiones en el mundo entero. La
religión fabricada por el hombre no tiene esperanza; ¡no tiene respuesta que ofrecer!
Aun con toda su pompa y circunstancia, su ritual y ceremonia, esta deja a las personas
expuestas y desnudas ante el único Dios verdadero, ante quien están condenadas en sus
pecados.
Hace algunos años, en la India, pasé un video clip de un sacerdote lavándose en las
contaminadas aguas del Río Ganges. Él creía que este ritual le lavaría sus pecados.
La razón por la que hay muchas religiones en todo el mundo es porque hay algo dentro
del corazón humano que sabe que necesita algo fuera de sí para su limpieza. Veremos
eso luego en Romanos capítulo 1.
Hay algo acerca de nosotros que nos condena con un sentido de vacío y culpa. Debe
haber algún ritual, alguna limpieza o alguna manera de silenciar la culpa. ¡Debe haber
algo o alguien que pueda ayudar!
Sócrates una vez lamentó “oh, que alguien se levantara para mostrarnos a Dios”.
La raza humana sabe que debe haber una forma de encontrar el perdón; debe haber un
camino a la eternidad; deber haber una fuente de esperanza; debe haber alguien quien
diagnostique nuestra condición terminal y provea la cura.
Pablo será aquel que se levantará y nos mostrará a Dios- y él mostrará el camino a
Dios, quien es la suma y sustancia del evangelio de la verdad. ¿Es sorpresa entonces
que la palabra “evangelio” en el griego es la palabra que literalmente significa “buenas
noticias”?
Sí, hay pecado, sí, hay vergüenza, sí, hay maldad; sí, hay muerte- pero hay buenas
noticias también. Pablo resume las buenas nuevas en Romanos capítulo 5:17 y 18
Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida
por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de
la justicia. Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos
los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la
justificación de vida.
Luego en el verso 21
Para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la
justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.
¡Esas son buenas noticias! En efecto, todos hemos bebido del arroyo contaminado de la
raza de Adán, pero hay Otro quien ha empezado una nueva raza de hombres y mujeres
chicos y chicas, justificados. Hay una manera de tener y de saber que tienes vida eterna.
Es a través de ese único- Jesucristo nuestro Señor.
Pablo escribió a los Efesios en el capítulo 1:13ª
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación…”
Hay tal cosa hoy, como el evangelio de verdad. En una era de decepción, mentira,
desconfianza, confusión religiosa, manipulación santa, aquí, al final, está el evangelio
de verdad. Pablo lo bosqueja para nosotros, una descripción de las buenas noticias.
La fuente del evangelio-¿De dónde vino?
Una segunda pregunta también importante es ¿De dónde vino el evangelio?
En la última parte de Romanos capítulo 1:1 Pablo declara que este es
… el evangelio de Dios
Usted podría traducir esa construcción posesiva de tal manera que se podría leer así
“este es el evangelio cuya fuente es Dios.”
Pablo tenía que establecer que el evangelio tiene una fuente divina o esta no tendría
credibilidad para un mundo que ya fue lleno con religiones noveles. De hecho, durante
los días de Pablo, hubo también otras formas del evangelio.
En 2Corintios capítulo 11:4, Pablo advierte de hombres que predicarán un Jesús
diferente; un Espíritu diferente, un evangelio diferente.
En otras palabras, hablarán del evangelio, hablarán del Espíritu, aun hablarán acerca de
Jesús pero ese es un Jesús diferente.
En Gálatas capítulo 1:7b, Pablo advirtió a los creyentes sobre el mismo asunto cuando
escribió:
… sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
En los versos 8 y 9 continúa diciendo palabras que todos necesitan oír hoy más que
nunca.
Más si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciaren otro evangelio diferente
del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora
lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea
anatema.
Esta es una de aquellas pocas veces en que Pablo repitió a si mismo en el mismo
párrafo.
La palabra “diferente” usada en esta frase, “…si… un ángel del cielo, os anunciare
otro evangelio diferente del que os hemos anunciado…” es una palabra que puede ser
traducida “más que, o en añadidura a”.
Pablo estaba probablemente refiriéndose al Judaísmo en su búsqueda no
necesariamente para negar a Cristo pero para añadir a Cristo las obras de la ley. Estaban
añadiendo al evangelio. Era Jesús y algo más para salvación.”
Cuando veo una copia del libro de Mary Baker Eddy sobre la clave para la
comprensión de la Escritura o el Libro del Mormón, el cual se declara a sí mismo ser
otro testamento para añadir al Nuevo Testamento, pienso en este verso. La ironía es que
Joseph Smith, el fundador del mormonismo, proclamaba que fue un ángel quien le guió
a las láminas las cuales al ser traducidas proveyeron revelación nueva concerniente al
evangelio.
¿Qué dice Pablo? Mire el verso 8 nuevamente.
Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del
que os hemos anunciado, se anatema.
En otras palabras “aun si… un ángel del cielo, os anunciare un evangelio en adición al
evangelio que ya en el pasado les he predicado, dejen que sea maldito.
Esa es la razón por la que la introducción de Pablo al evangelio de la verdad es tan
crítica. No es el evangelio de Pablo; no es nueva revelación de un ángel, este evangelio
tiene como su fuente a Dios.
Este es el evangelio de Dios. No se llaman “buenos consejos” se llaman “buenas
noticias”.
Los mensajeros del Evangelio- ¿Quién nos dijo de esto?
Ahora, si este evangelio es verdaderamente de Dios, entonces no es algo nuevo, o
inconsistente con lo que Dios ya ha revelado ¿cierto? Entonces, Pablo hace ese punto
lógico en los siguientes versículos al introducir los mensajeros del evangelio.
¿Quién nos dijo sobre el evangelio? La respuesta de Pablo es “los profetas”.
Note Romanos capítulo 1:1b y 2
… el evangelio de Dios, que él había prometido antes por sus profetas en las santas
Escrituras
En otras palabras, este es el antiguo evangelio. Este evangelio no es algo nuevo. No es
algo que Dios trato de juntar apresuradamente después que Adán y Eva pecaron. Él no
estuvo en el cielo observando y diciendo “no puedo creerlo, ellos comieron del fruto.
Ahora ¿qué vamos a hacer?”
Nunca hubo una emergencia que sorprendió a la Trinidad. 1Pedro capítulo 1: 19 y 20
nos dicen que el plan de redención precedió a la formación del mundo.
Los profetas, desde el tiempo de Moisés, habían estado profetizando su venida. De
hecho, la primera venida de Cristo fue profetizada, al menos, 330 pasajes del A.T.
Cuando Pablo dicta el libro de Romanos, él citó de:
- Génesis 5 veces
- Éxodo 4 veces
- Levítico 2 veces
- Deuteronomio 5 veces
- 1 Reyes 2 veces
- Salmos 15 veces
- Proverbios 2 veces
- Isaías 19 veces
- Ezequiel 1 vez
- Oseas 2 veces
- Joel 1 vez
- Nahum 1 vez
- Habacuc 1 vez y
- Malaquías 1 vez
En Lucas capítulo 24: 27 leemos
Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en
todas las Escrituras lo que de él decían.
En Juan capítulo 5:18 los líderes religiosos estuvieron discutiendo con Jesús porque él
realizó un milagro en un día sábado. Cuando Jesús dijo ser igual que Dios el Padre,
ellos quisieron matarle. Él les dijo en el verso 39
Escudriñad las Escrituras…
(En otras palabras, tal como lo parafrasea Barnhouse “ustedes tienen siempre sus
narices pegadas en la Biblia)
… porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que
dan testimonio de mí
Jesús está diciendo que el A.T. muestra el camino a la vida eterna y que lo hace
apuntando a través del Mesías, Jesucristo. Continúa diciendo en Juan 5: 45 y 46.
No penséis que yo voy a acusaros delate del Padre; hay quien os acusa, Moisés,
en quien tenéis vuestra esperanza. Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí,
porque de mí escribió él.
¿Puede el Señor ponerlo más claro que eso? Él continúa más allá al decir en el verso
47
Pero si no creéis a sus escritos ¿cómo creeréis a mis palabras?
¿Cuáles fueron los escritos de Moisés? Génesis, Éxodo, Levítico, Números y
Deuteronomio. En otras palabras “si ustedes no pueden oír la verdad del evangelio en
Génesis, no escucharán la verdad del evangelio en Mateo”.
Usted no puede elegir cuáles libros de la Biblia piensa están bien y cuáles piensa son
fábula. Si usted puede creer el primer verso de la Biblia que dice “en el principio creó
Dios los cielos y la tierra” entonces puede creer todos los demás versos de la Biblia.
¿Se sorprendería entonces por qué tantos de los ataques de Satanás a través de los
siglos, ha sido dirigido contra el primer libro de Moisés, el libro de Génesis? ¿Por qué?
Porque, de acuerdo a Jesús, si usted no le cree a Génesis, no le creerá a Apocalipsis.
Desde el primer verso hasta el último, el evangelio de Dios ha sido revelado. La Biblia
es todo lo que usted necesita para descubrir el evangelio de verdad.
John Wesley, escribió, alrededor de 1870, estas profundas palabras
Soy una criatura de un día, pasando a través de la vida como una flecha a través del
aire. De aquí a un momento, no seré visto más; caeré en una inalterable eternidad.
Quiero saber una cosa-el camino al cielo, cómo aterrizar a salvo en esa feliz playa.
Dios mismo ha condescendido en enseñarme el camino. Para este mismo fin vino del
cielo. Lo ha escrito todo en un libro. ¡Oh, denme ese libro! ¡A cualquier precio, denme
el libro de Dios! Lo tengo. Aquí hay suficiente conocimiento para mí. Permítanme ser
un hombre del Libro. Aquí entonces estoy, alejado de los ocupados caminos de los
hombres. Me siento a solas. Solamente Dios está aquí. En su presencia abro, leo su
libro- para este fin, para encontrar el camino al cielo.
Pablo declara en su oración reveladora “este es el evangelio de la verdad y son buenas
noticias, ustedes las han oído a través de los profetas”.
Habiendo establecido la necesidad del evangelio, la fuente del evangelio, y los
primeros mensajeros del evangelio, Pablo se traslada ahora al contenido del evangelio
de la verdad.
El contenido del Evangelio- ¿De qué trata?
Ahora Pablo avanza un poco para revelar la respuesta a la siguiente pregunta “¿De qué
se trata todo esto del evangelio?
Pablo nos dice en los versos del 1b al 3
… el evangelio de Dios, que él había prometido antes por sus profetas en las santas
Escrituras…
(Note esto)
…acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David, según la
carne
La humanidad de Jesús
Ahora, ¿por qué la mención que Jesús, el Hijo de Dios que nació se le relaciona
con David? ¿No es suficientemente impresionante decir que él es el eterno Hijo de
Dios? No, a menos que, como Pablo comprende, usted comprenda la importancia de su
conexión real como la calificación para sentarse en el trono de David como Mesías.
Las profecías han declarado que el Mesías sería un descendiente de David, de la tribu
de Judá. El verdadero Mesías debe ser un descendiente de la línea real de David, y así,
legalmente un heredero con todo el derecho al trono.
Esta es la razón por la que el evangelio de Mateo empieza con la genealogía de Cristo,
el cual traza el árbol genealógico de la familia terrenal de Jesús llegando hasta David.
Sin embargo, hay algo aun más fascinante acerca del linaje humano de Cristo que eso.
El diagrama de abajo, de las 2 genealogías encontradas en los evangelios harán esto
más fácil de entender. Una genealogía es de Mateo capítulo 1 y la otra es de Lucas
capítulo 3. Note la prominencia de la conexión real de Jesús.
Mateo 1 Lucas 3
Abraham Abraham
David David
Salomon Natán
José (derecho real) Mary (derecho legal)
Jesús Jesús
El hijastro de José, por El hijo de María, por adopción, tiene
el derecho nacimiento, tiene el
Histórico para ser el derecho legal para ser
¡Rey de Israel! ¡El Rey de Israel!
En Mateo capítulo 1, la genealogía es en realidad de José. Traza su línea desde
Abraham pasando por David y luego por Salomón.
Dios había prometido a David en 1Crón. Capítulo 22 versos 9 y 10 que el trono de
Salomón sería establecido en Israel. De esta manera, los futuros reyes vendrían de los
descendientes de David a través de Salomón.
Esto fue prometido, aunque Salomón no fue el primogénito de David. De hecho, el
hermano mayor de Salomón fue Natán quien de acuerdo a 2 Samuel. Capítulo 5 verso
14 nació en Jerusalén. Esta es la línea de David a través de Natán que finalmente
produce una niña llamada María.
¡Este es un ejemplo de la belleza de la soberanía de Dios!
Natán, el hijo de David, tuvo una descendencia que avanzó hasta que culminó en el
nacimiento de una niña llamada María. María, fue entonces, una mujer que podría
pasar a su hijo el derecho legal a sentarse en el trono.
Salomón, otro hijo de David, tuvo una descendencia que avanzó hasta que produjo un
niño, llamado José. José fue entonces el hombre que tenía el derecho real e histórico
para sentarse en el trono como rey.
Entonces, ¡adivine que sucedió! Estos dos primos lejanos, llamados María y José, se
comprometieron. Su compromiso significó que, había un trono en Jerusalén, su primer
hijo tenía tanto el derecho legal como real para sentarse en el trono de David.
De hecho, recuerde la historia de la navidad, que nos relata de José y María teniendo
que viajar al hogar de sus antepasados cuando todos los judíos serían parte de un
censo y luego el impuesto. Fueron a Belén porque José, el jefe de esta casa, era un
descendiente directo del rey David. Por lo tanto, aquel bebé, que nació aquella noche y
fue envuelto en pañales en un pesebre lleno de paja, no era otro sino aquel quien tenía
todo el derecho para ser el rey de Israel.
Hay más, así que tome un profundo aliento y preste atención. Hay un ligero problema.
Siglos antes del nacimiento de José, una maldición de parte de Dios había tenido lugar
sobre esta línea en particular. Entonces, notemos el problema de una maldición real en
la genealogía de Jesús.
En la genealogía de Mateo, en el capítulo 1:11 y 12, usted descubrirá un ancestro
llamado Jeconías. Jeconías había sido maldecido por Dios con una maldición que
quitaría el trono de cualquiera de sus descendientes. En Jeremías capítulo 22:30
leemos:
Así ha dicho Jehová:…(Jeconías) hombre a quien nada próspero sucederá en todos
los días de su vida; porque ninguno de su descendencia logrará sentarse sobre el
trono de David, ni reinar sobre Judá.
Y en efecto, a ninguno de los 7 hijos de Jeconías, a ninguno de sus descendientes, se
les dio el trono de David. Pero, José es un descendiente de Jeconías.
Por lo tanto, cualquier hijo biológico de José no se podría sentar en el trono de David a
causa de esta sentencia.
¿Cómo se soluciona el problema?
La Deidad de Jesús
El diseño soberano de Dios fue toda una obra maestra.
María y José se casaron, pero María concibió por obra del Espíritu Santo quien la
cubrió con su sombra. De esa manera, José sería, no el padre biológico, sino el padre
adoptivo de Jesús. Esto le permitió a Jesús evitar la maldición y los derechos reales,
históricos y legales de sentarse en el trono fueron traspasados a él.
El nacimiento virginal de Cristo de importancia capital. Siglos antes, Isaías, el profeta
declaró en el capítulo 7: 14
Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a
luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
Mateo y Lucas, ambos, claramente revelan a María como aquella virgen. De hecho,
José iba a abandonarla secretamente cuando descubrió que ella estaba embarazada.
Él sabía que el padre tenía que ser algún otro; ella obviamente había sido infiel a
sus votos del desposorio. Sería una visión de noche que mostraría a José lo que Dios
tenía en mente para aquel bebé. Ese bebé era nada más y nada menos que el Mesías
milagrosamente concebido.
Barnhouse lo aclaró muy bien cuando dijo:
Entonces Jesús era el Mesías sin maldición; el Mesías legal, el verdadero Mesías- de
hecho, Jesús era el único Mesías posible. El linaje de David terminó con él.
Entonces, el apóstol Pablo, al introducir el evangelio a su audiencia, sabía
completamente bien que el Mesías tenía que ser ningún otro sino un descendiente de
David.
De esta manera, usted lee en Romanos capítulo 1: 3 que el evangelio es
Acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la
carne
Este hijo de David fue el Mesías prometido, el heredero con derecho al trono de David.
El Mesías había venido. Estas fueron ciertamente ¡buenas noticias!
Dios les bendiga.